Ni me trae tu recuerdo el sol en la ventana
ni me llenan los labios los besos de la luna
ni te extraño, ni me duelen las agujas
del pajar donde te encontraste las ganas
de quererme extraviado debajo de tu falda.
No vuelvo. Me curé espontáneo de la aguada
acidez de tu entrepierna. Hoy ya no te como,
mujer histriónica, desierta con sed de polvo.
1 comentario:
guau
Publicar un comentario